EL NUEVO CAMINO DE INDIRA, FUERA DEL SISTEMA EDUCATIVO ESCOLAR.

EL NUEVO CAMINO DE INDIRA, FUERA DEL SISTEMA EDUCATIVO ESCOLAR.

El pasado 26 de enero de 2024 Indira cumplió 17 años. En esta entrada, volvemos a hablar de ella, la agente inclusiva nº1 de nuestro país. 

Las personas que seguís este blog, ya la conocéis desde hace bastante tiempo, porque sobre ella ya hemos publicado diversas propuestas que ha ido realizando.

Una de esas propuestas la realizó a comienzos del año 2021. Se titulaba "Indira con sus podcast, nos enseña la Convención de lis Derechos de las personas con discapacidad".

Ella quería conocerla para trabajar y luchar para que se cumplan todos sus artículos y para ayudar a que toda la Sociedad trabaje por los derechos de todas las personas.

Tres años después, podemos ver TODO LO QUE HA IDO CAMINANDO EN ESE SENDERO. Para mí, es una inmensa alegría haberla ayudado a dar ese primer paso, que tan feliz nos hacía a su madre Noemí y a mí.

Desde hace ya algunos años, ella pertenece a EXI, Estudiantes por la Inclusión, junto a un nutrido grupo muy diverso de alumnos y alumnas de Educación Secundaria de diferentes lugares de España. 

Han realizado la guía "Como hacer inclusiva tu escuela", que presentaron a la Ministra de Educación, Pilar Alegría. 

Su camino no ha hecho más que empezar y ahora, por fin salió de la oscuridad, para caminar por el sendero de la Inclusión y ayudar con su esfuerzo cada día, a construir la Sociedad Diversa.

¡Adelante siempre, querida Indira!

Hoy, vamos a compartir el testimonio que su madre, Noemí Preciado, compartió el pasado día 3 de enero de 2024, sobre la nueva etapa de su vida, estudiando de forma inclusiva fuera del sistema educativo escolar, ya la que la única respuesta que le daban desde su centro educativo, era la segregación en el aula de aprendizaje de tareas.

Una alternativa, que las personas que conocemos a Indira y la hemos visto avanzar durante años, es totalmente injusta, inadecuada y que no se ajusta a derecho.

A continuación reproducimos el texto que escribió su madre" 

"El 21 de septiembre de 2023, Indira empezaba una nueva andadura y comenzaba un nuevo reto.

Cuando se le cerraban todas las puertas y la única alternativa que se le daba era la segregación (aula de aprendizaje de tareas o FP Básica específica, adaptada le llaman), juntas decidimos que no íbamos a transitar ese camino separado y al margen. Decidimos también que no estábamos dispuestas a soportar más presiones y a pasar por ciertas prácticas (evaluación psicopedagógica cuando la sentencia de muerte académica y social estaba escrita ya hace mucho tiempo), que no íbamos a seguir en una lucha agotadora y sin sentido para mantenerle dentro de una estructura que no la quería o que la quería separada de sus iguales, obligándole a hacer algo que no le interesaba y que no quería hacer.

A Indira siempre le he explicado, que muchas veces es difícil que te dejen decidir lo que quieres hacer. El poder (el abuso de poder) es tremendo, y la presión más tremenda aún. En cambio, siempre o casi siempre se tiene la posibilidad de negarse a hacer algo que no se quiere hacer. Esto, siempre lo hemos tenido muy presente, ambas.

Y dentro de las escasas posibilidades que había una vez descartadas las opciones que considerábamos inasumibles, emprendió su camino.

Valoramos la experiencia muy positivamente, por muchas cosas. En primer lugar, Indira ha crecido y  ha entrenado su autonomía. Además, ha sido parte de un grupo muy diverso, se ha sentido valorada, escuchada y respetada, ha sido tratada como la persona adulta que es. 

Además, ha finalizado esta primera fase con excelentes resultados, y por ello ha sentido que su esfuerzo y su trabajo han sido valorados. Esta vez sí.

El día 21 de diciembre Indira finalizó esta primera fase que le abre otras posibilidades. No pudo acudir a clase el último día, pero se acercó a despedirse de sus compañeros y de su profesora. Su "profesora maravillosa" como dice ella, algo que yo suscribo. Salió feliz por cómo sus compañeros se despidieron de ella. " L** hasta se ha levantado a estrecharme la mano".

Ese último día Indira lloraba porque acababa esta primera fase, porque iba a echar mucho de menos a sus compañeros y a su profesora.

En cambio, el curso pasado también lloraba, lloraba todos los días, a diario le dejaba llorando en un colegio y con unos profesionales que pensaban que Indira "estaría mejor en otro sitio". Es decir, segregada. Que estaba mejor fuera de su aula, que en realidad no era suya. Que estaba mejor "con los suyos", y así lo expresaban, delante de ella. Como si no entendiera, como si con ello no sintiera el rechazo. 

Indira no quería estar, porque no querían que esté. Así da fácil, así de cruel.

Sirva esto para quienes pretendían medir las habilidades adaptativas de Indira con un test estandarizado. Ella se adapta perfectamente cuando el entorno es amable. No lo hace cuando se le rechaza, se le silencia, se le infantiliza, se le cuestiona continuamente, se le ignora. No se adapta en esas circunstancias, de lo cual me alegro. Recuerdo con dolor punzante el día en el que llorando desesperada me pidió que le saque de allí por favor, que no aguantaba más y que "estaba desapareciendo, no puedo ser yo".

Estos meses han sido de calma para ambas. Ella ha sido feliz y yo he estado tranquila, bien. No más mensajes con lo que no hace y no puede hacer, no más presiones, no más llamadas para decirme que no quiere entrar en clase. No más horas en el pasillo. Indira acudía a su centro de estudios por su propio pie, utilizando el transporte público, (esto que sirva también para quienes pretendieron medir su autonomía con una batería de preguntas estandarizadas, absurdas y descontextualizadas) y entraba en el aula encantada de la vida. Volvía a casa con una sonrisa, contando lo que había hecho y lo que había aprendido, riéndose con alguna anécdota. Ha estado, ha participado, ha aprendido y se ha valorado su aprendizaje.

El 21 de diciembre, Indira se despidió de sus compañeros y entregó a su profesora algo que para ella tiene un gran valor: su historia de vida. Junto con una carta a su profesora. Su "maravillosa profesora". Doy fe, que efectivamente, siempre va a estar en su cabeza y su corazón. 

Gracias Sole, gracias a sus compañeros, y gracias a todas las personas que todos los días habéis recibido a Indira con los brazos abiertos.

Vamos a por el siguiente reto. Seguimos💪💪