EL GRANITO DE ARENA DE MARINA, PROFESORA DE A.L. EN EL AULA ORDINARIA.
“si añades un poco a lo poco y lo haces con
frecuencia, pronto poco llegará a ser mucho” Budha
Así es mi historia, poquito a
poco pero con constancia. Me llamo Marina y soy maestra de audición y lenguaje,
habilitada en primaria. Actualmente trabajo como maestra de primaria en
primero, en un centro ordinario preferente motórico.
Hace años empezó mi camino
como maestra de AL, interviniendo como me habían enseñado en la carrera y
basándome únicamente en mi programación de especialista, sacando al alumnado
fuera de su aula. Pero un curso con Isabelle Monfort cambió la visión de
toda mi forma de trabajar mirando más allá que unos simples objetivos.
Muchas de esas cuestiones me hicieron abrir más los ojos y mirar aún más allá de esas cuatro paredes. Ahí empezó mi aventura. Empecé por entrar en las aulas y observar: cómo aprende el alumnado, cómo se comunica, que estrategias y/o metodología utiliza el maestro o maestra en el aula, los tiempos de descanso que necesita…y ahí empezó todo. Es una barbaridad la cantidad de información que puedes obtener dentro de un aula. Con cada tutor y tutora concretamos las áreas en las que entraría dentro de su aula a intervenir e iniciamos el trabajo. Los comienzos fueron duros pero poco a poco, la cosa funcionaba y todo el alumnado del aula se beneficiaba de las estrategias.
Lo primero que decidimos fue estructurar el aula (rutinas, tiempos de trabajo, inicios y acabados de las actividades…).
Al principio era la maestra de
refuerzo, ya que únicamente realizaba yo todo el trabajo acordado, además de
escuchar comentarios del tipo: “toca
examen ¿te llevas al niño?”, “no sé qué hace en esta escuela cuando debería ir
a un Centro de Educación Especial”, “no es mi trabajo” y sí, se pasa mal, pero
después de un tiempo era una alegría ver como tus compis tutores seguían el
trabajo iniciado, incluso te formulaban nuevas estrategias o ideas al ver que
daba resultados.
Y llegó mi destino definitivo por la
especialidad de primaria, concretamente en primero de primaria. El
inicio fue una odisea, iba muy perdida, pero poco a poco aprendí a ser tutora.
En ese momento ya no trabajaba como especialista de AL, pero dicha especialidad
fue mi salvavidas para moverme por el aula, ya que recordé lo importante que
era observar y aprender. Tras varios días conocí a las especialistas de mi aula
que no eran pocas (Terapeuta Ocupacional, PT, AL, Fisioterapeuta y Educadoras)
y me encantó al pensar todo lo que podíamos hacer juntas, pero día tras día
veía como cada una de ellas sacaba a una de mis alumnas, diagnosticada con Síndrome de Rett, fuera del aula sin conseguir
nada. Así que empecé por proponer a las maestras de AL y PT realizar la
intervención dentro del aula. La maestra de AL aceptó.
En ese momento, tanto la AL como yo, nos pusimos a buscar información sobre aprendizaje cooperativo y docencia compartida. Lo primero que hicimos fue acordar en qué áreas entraría para que toda la clase aprovechara mejor la intervención, acordamos que sería en NATURALES (vocabulario/comunicación), VALORES (habilidades sociales/comunicación), y CASTELLANO (comunicación). Entre las dos comenzamos a programar las clases utilizando tanto el documento puente, como el Denver…y marcamos unas estrategias conjuntamente.
Posteriormente, convocamos una reunión con todas las compañeras para informarles de las estrategias que habíamos acordado y coordinarlo conjuntamente, por fin conseguimos ir todas a una. Como siempre había avances e ideas nuevas, nos las íbamos comunicando en los pasillos, patio, medios días que no hubiera reuniones…para estar al tanto de cada cambio y estrategia nueva e ir todas al unísono.
Trimestralmente nos reuníamos todas para evaluar y anotar todo, además de dejarlo registrado en la misma plantilla donde íbamos marcando pequeños objetivos de trabajo. Estas reuniones fueron creciendo, llegando a unirse también los especialistas de E.F, MÚSICA e INGLÉS.
Era muy importante que todos y todas aprendiéramos las mismas estrategias y nos dividiésemos el trabajo: cómo utilizar el cuaderno de comunicación, qué instrucciones darle para subir y bajar escaleras, qué materiales crear…y el trabajo fue espectacular.
He de decir que con la familia y el gabinete externo
tuvimos mucha coordinación para ir todos y todas a una, cuantas más ideas
mejor. Aunque suena fácil no lo es, pero no nos rendimos.
En cada colegio también hay
diversidad de maestros y maestras, por eso poco a poco hay que ir desmontando
miedos y abriendo mundos más allá de las cuatro paredes.
Todo esto hizo que aprendiera
lo importante que era el trabajo grupal y coordinado, lo llevé a cabo con todo
el alumnado de mi aula. Todos y todas aprendieron a trabajar en equipo, a
utilizar el comunicador, a modelar y ayudar al compañero o compañera que lo
necesitara.
EL DÍA A DÍA
Voy a concretaros el caso de
mi alumna, para que todos y todas perdáis esos miedos cuando tenéis un alumno o
alumna con grandes necesidades y os animéis a trabajar dentro de su aula sin
tener que sacarlos fuera.
La primera semana de clase, nos centramos en explicar a la clase cómo funcionaba un panel de anticipación, el cual, a todos ellos y ellas, les venía genial porque en un golpe de vista sabían enseguida qué asignatura tocaba.
Todas las mañanas colocábamos las fotos
del profesorado que impartía cada asignatura junto con los patios y comidas,
para que ellos y ellas lo fueran haciendo, así ellos lo formaban y ella lo iba
quitando en cada cambio de clase. -¿Cómo saber el cambio de clase o
asignatura?- en nuestro cole cada cambio de asignatura suena una música, por lo
que problema resuelto.
La clase estaba dividida en
cuatro equipos de cinco alumnos/as. Al principio ella siempre se sentaba en el
mismo sitio para que tuviera la autonomía de dirigirse ella sola, y si algún
día se le olvidaba, algún compi la modelaba para recordárselo.
-¿Y cómo un niño o niña sabe
modelar?- aparte de explicar a toda la clase el panel de anticipación, el
sistema PECS (sistema de comunicación pro intercambio de imágenes), que ya os
hablaré más adelante, también explicamos que todos y todas necesitamos en
muchos momentos “ayuda”, eso no quiere decir que otro compañero o compañera lo
haga todo, la ayuda es explicar cómo hacerlo o modelar para que la otra persona
aprenda.
Más adelante, comenzamos a reorganizar los equipos, para que no fuesen siempre los mismos, empezamos a colocar algunas gomas elásticas para los pies, pelotas de yoga…para aquellos o aquellas que lo necesitaran.
Nuestra alumna consiguió cierta autonomía, pero la comunicación es muy importante, además la clase era castellano parlante y el valenciano les costaba bastante, por lo que comenzamos con los pictogramas y con el sistema PECS.
Como siempre, lo introdujimos primero nosotras, para que poco a poco fueran ellos y ellas quienes lo utilizaran junto con su compañera. Si algún pictograma del carpesano de comunicación se perdía o se rompía, eran ellos y ellas quiénes lo reponían, ya que, en el panel de clase teníamos toda la colección. En muchos momentos para explicar algún concepto nos apoyábamos de algunos pictos. El pictograma de “ayuda” lo utilizábamos mucho, ya que, en muchas ocasiones nos es muy difícil a todos y todas pedir ayuda cuando la necesitamos.
- ¿y los momentos de descanso?- hay buenos y malos días en los que puede que estés muy contento o contenta, o puede que tengas ganas de sentarte a pensar, otros días te sientes cansado o cansada…por lo que creamos un rincón para que todos y todas pudieran pedir descanso, donde incluimos una caja con juguetes relajante y libros de lectura con texturas y sin ellas. Como podéis ver hay días que el rincón estaba a tope.
También
era necesario realizar un control de esfínteres mediante registros, que
llevamos conjuntamente con la educadora para acabar de concretar el horario.
Finalizada más o menos la estructura del aula, nos pusimos a observar al grupo en la asignatura de castellano, anotando en una libreta algunas debilidades y fortalezas. Cogimos el Documento puente y el Denver, y comenzamos a programar.
Una vez establecido lo que íbamos a trabajar, en otra plantilla diferente preparamos grupos de trabajo: un grupo trabajaría conciencia fonológica (tocar el pulsador-grabadora para identificar y señalar la sílaba correcta, imitar el sonido de algunos fonemas, adivinar palabras escribiendo la primera letra dibujo y/o pegando cada una de las letras con velcros…), otro grupo conciencia silábica ( pegar o colocar tarjetas con dibujos en la sílaba correspondiente, separar sílabas con cruces, meter fichas de madera en las diferentes ranuras según en número de sílabas…), otro artículos ( marcar con cruces, poner pinzas correspondientes a los artículos en donuts plastificados…) y un último grupo encargado de la creación de historias (entre todos y todas construir con imágenes, pequeños cuentos apoyados con sonidos pulsados en un libro).
Realizamos
infinidad de materiales, de mil formas para acceder a todos y todas, cada
material seguía acciones de coger, pegar, insertar, vocalizar, clasificar,
escribir, hablar, mirar, escuchar, imitar, apretar y tocar.
Al ser cuatro grupos
realizamos 4 sesiones, y al finalizar valoramos si repetir una ronda más o
cambiar. Así cada mes.
En naturales más de lo mismo.
Cuando explicamos los animales preparamos tarjetas con imágenes reales, dibujos
y pictogramas, una ruleta con animales, el juego del twister con pegatinas de
animales… y así íbamos realizando materiales accesibles a todo el alumnado.
Cómo la clase estaba dividida
en rincones TEACCH, había momentos que dividíamos a algunos grupos en mesas de
trabajo autónomo, y aprovechábamos también para trabajar con el IRISBOND, un
sistema que permite comunicarnos mediante el control del ordenador con la
mirada.
El seguimiento de todo lo que
hacían lo llevábamos mediante la app de IDOCEO, porque era más fácil y rápido
registrarlo.
Trimestralmente nos reuníamos
todo el equipo educativo y repasábamos lo propuesto al inicio del trimestre,
añadíamos nuevas propuestas, manteníamos las anteriores en caso de no haberlas
conseguido, o flexibilizábamos algunas otras, poniendo en común todas las
estrategias.
EL CURSO 2020-21
Este año vuelvo a empezar
primero de primaria con otro grupo diferente y ahora nuestro gran reto es
aprender a utilizar correctamente el proloquo2go, por lo que estamos preparando
una plantilla para la clase en tamaño poster, así todos y todas lo podrán utilizar
en cualquier momento del día.
Cada año es una aventura y un aprendizaje nuevo que me encanta, y cada año seguimos luchando y trabajando para que todos y todas formemos equipo y trabajemos conjuntamente, porque el trabajo no coordinado e individual no es funcional no llega a ningún lado.
Desde la tutoría pude observar a más compis tutores y tutoras con miedo a lo
desconocido, con dudas, enfados… y entre todos y todas necesitamos formar
equipo, necesitamos echarnos una manita. Se trata de ir poquito a poco y no
agobiarse en hacer todo de golpe. El camino es largo pero cada día hay un
granito más que hace que quede menos trayecto.
“Si estamos juntos no hay nada imposible. Si estamos divididos todo fallará” Winston Churchill
Pd: Quiero agradecer a todos aquellos/as profesionales que crean y ceden la gran cantidad de materiales que se encuentran en la red.
(Marina Martínez. Mayo 2021)
Hola Marina, me ha encantado leerte y ver la forma tan adaptada a las necesidades del alumnado con las que trabajas. Me consta que son metodología que le avalan la evidencia... Cuando hablas del Denver es porque tienes la formación en ESMD o es que se puede acceder a algún tipo de material sin estar en posesión de dicha formación?? Saludos y felicidades por tu trabajo
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