UN CAMINO QUE COMENZÓ HACE UNAS DÉCADAS
-IES JULIO CARO BAROJA-
La entrada que te
dispones a leer, narra la historia de un Centro de Secundaria de Pamplona, que
ha trabajado en aras a conseguir la inclusión de todo el alumnado; la mejora
continuada en cuanto a la respuesta que demandan las familias y el alumnado que
llena las aulas del IES Julio Caro Baroja.
Nos gustaría presentarnos, deciros quiénes somos y contaros los programas y proyectos que nos ayudan en la labor de avanzar en la Inclusión.
El Centro cuenta
con aproximadamente 700 alumnos/as, que se reparten en 31 grupos de 1ºESO
a 2º Bachillerato, procedentes de diferentes barrios de Pamplona (Rochapea, San
Jorge, Buztintxuri), así como de localidades de la Comarca de Pamplona
(Orcoyen, Arazuri, Irurtzun). El Claustro está formado por 90 profesores/as.
Se imparte ESO y
Bachillerato (entre 12 y 18 años), con tres modelos lingüísticos: G (enseñanza
en castellano), A (castellano con la materia de Euskera) y secciones
plurilingüe y bilingüe.
La Inclusión y la
Diversidad son inherentes a las aulas del instituto. Los grupos-clase son
heterogéneos en cuanto a las capacidades, idiomas, barreras de aprendizaje,
origen inmigrante, refugiados, alumnado con discapacidad, etc.
Nuestras armas para
hacer de la Inclusión una realidad son, fundamentalmente, la formación del profesorado,
el desarrollo de diferentes programas y las actuaciones del Centro.
La historia del
IES Julio Caro Baroja se remonta a 1981, cuando la Diputación Foral y
Provincial de Navarra construyeron un edificio destinado a granja agrícola.
Este edificio recibe el nombre de “La Granja Instituto de Agricultura de la
región agronómica de Navarra y Vascongadas”. No será hasta el inicio de los
años 80, cuando la antigua granja se transforme en el Instituto de Educación
Secundaria Julio Caro Baroja, Centro Educativo de fomento y promoción social a
través de la convivencia, la inclusión, la educación y el conocimiento.
Por aquel entonces, en
Educación no se hablaba de Inclusión, ni siquiera de Integración. El camino
hacia la construcción de una Escuela Inclusiva ha sido largo. A
continuación queremos contar el proceso que hemos llevado a cabo.
Los primeros pasos datan
de los años 2007/08, cuando se empieza a trabajar la mediación escolar y
los cursos siguientes, 2008/09, será cuando se lleve a cabo un taller sobre Plan
de Igualdad de Género: diagnóstico y compromisos de mejora. En el curso
2009/10 se implanta el Plan de Lectura.
Estas primeras acciones
dan paso a la introducción y adopción de un programa más ambicioso para la
mejora de la convivencia y los resultados académicos, que llega
con la implantación del modelo de autorregulación de aula Pentacidad, en
el curso 2010-2011. Ese mismo curso comienza con la formación del profesorado
en competencias y valores y en la gestión del aula -que forman la base del
modelo- y que se irá implementando en los siguientes cursos hasta conseguir la
acreditación en la Norma Técnica del Modelo Pentacidad.
El modelo de Pentacidad,
basado en la gestión de las emociones y el refuerzo de las conductas positivas,
ha permitido una mejora paulatina en la convivencia y en las conductas dentro
del aula, propiciando oportunidades de mejora para el alumnado, evitando y/o
disminuyendo las expulsiones.
Otros hechos que han contribuido a la Inclusión y que han mejorado la calidad de la enseñanza, han sido la formación continua en Nuevas Tecnologías y la apuesta por su incorporación a las aulas. En este sentido, el Centro ha sido pionero en proyectos como “Chromebook: 1:1”, que dotaba de un dispositivo chromebook a cada alumno o alumna.
Si bien un alto porcentaje del alumnado es vulnerable socioeconómicamente, las familias entendieron la necesidad de su uso para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje y ello propició que las familias compraran los chromebook. La valoración positiva de esta decisión ha supuesto que la Consejería de Educación del Gobierno de Navarra haya extendido este Programa a toda la Comunidad. Este proyecto ha ido acompañado de una formación continuada para el profesorado en la utilización de las nuevas tecnologías en el aula y la implantación de las herramientas GSuite, que facilitan el acceso a la información para todo el alumnado.
Continuando en la línea
de la Inclusión y apostando por una mejora continua, en el curso 2011/12, se
implantan las unidades didácticas por competencias, bajo el paraguas de
la Pentacidad. Es un paso adelante más, que supone la incorporación paulatina
de las herramientas del modelo en las asignaturas, subrayando la importancia de
la formación integral del alumnado en valores como la solidaridad, la
tolerancia, la consideración, la comprensión, la cooperación o el respeto a la
diversidad de las personas y del resto del alumnado.
Pero si hay que destacar un año en nuestra andadura hacia la Inclusión, es sin duda el curso 2019-20. En septiembre de 2019, el instituto entra a formar parte del Programa Proeducar-Hezigarri, del que aún forma parte, junto con otros centros de Navarra, para fomentar el intercambio de buenas prácticas docentes.
Se trata de un Programa Educativo de Innovación, financiado por el Fondo Social
Europeo (FSE) y enfocado al éxito en el sistema educativo, especialmente del
alumnado en situación de vulnerabilidad, a través de metodologías activas que
puedan dar respuesta a las necesidades educativas de todo el alumnado desde una
perspectiva inclusiva.
Ese mismo curso, en enero
del 2020, podemos destacar un hito en nuestra andadura, que es sin duda, la visita
de Mª Eugenia para impartir una formación institucional en docencia
compartida a todo el claustro de profesorado. Esta formación cala
profundamente en la identidad del Centro y supone un punto de inflexión en el
concepto de la docencia compartida, confiriendo una perspectiva diferente a las
agrupaciones de alumnado.
Un cambio muy significativo, que se implanta en el curso 2020-2021, es la entrada del profesorado de Pedagogía Terapéutica en las aulas, en las asignaturas troncales.
Otra modificación significativa supone la ruptura de los grupos,
según su condición lingüística bilingües-plurilingües o castellano, que pasan a
compartir agrupamiento, separándose en las materias que cursan en inglés. En
estos nuevos agrupamientos, la atención al alumnado con diversidad funcional se
lleva a cabo a través de la docencia compartida entre profesorado de las
materias y las profesoras de PT.
El Centro, además, cuenta con un aula de educación especial -Aula Inclusiva- que acoge al alumnado con diversidad funcional y discapacidad intelectual moderada, que se va incluyendo en las aulas de forma paulatina y que participa en todas las actividades de los patios inclusivos.
La visita de Mª Eugenia nos ayudó a encontrar el camino que buscábamos y que venimos siguiendo desde entonces, afianzando cada paso que damos a través de nuevas formaciones encaminadas hacia nuestro objetivo: la plena Inclusión.
Así, la introducción de tareas multinivel dentro de las secuencias didácticas, que posibilitan el máximo desarrollo de las capacidades de nuestro alumnado, acompañadas de las técnicas de trabajo cooperativo, de la renovación de las aulas, para potenciar la docencia compartida y el mobiliario con nuevas mesas para el trabajo en equipos, han contribuido también a mejorar la atención a la diversidad y a inclusión de todo el alumnado.
Otras actuaciones y programas destacables, que han llegado para potenciar la inclusión, son el grupo de teatro del Centro, el programa de Autodescubrimiento a través del baloncesto, el Aprendizaje servicio, el Aprendizaje Cooperativo, los proyectos eTwinning, Laboreso y los Patios inclusivos.
El último hecho
destacable en nuestra ruta ha sido la reciente introducción de Situaciones
de aprendizaje, de acuerdo con la nueva ley educativa, en todas las
materias de los cursos impares, donde el diseño del trabajo y la evaluación
competencial se hacen imprescindibles.
Tal y como comenta Eduardo
Echeíta es necesario que el profesorado inclusivo sea legión, sea
mayoritario en los claustros y esa meta todavía no la hemos conseguido, si bien
el andamiaje que hemos comentado anteriormente ha supuesto implantar unas bases
sólidas para ir avanzando, creciendo en inclusión.
Tenemos la firme
convicción, tal y como escribió Paulo Freire, de que la Educación no
cambia el mundo, pero sí a las personas que van a cambiar el mundo, de ahí la
importancia de que la Escuela Pública sea garante de esa utopía.
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