EXPERIENCIAS INCLUSIVAS EN DISTINTOS CURSOS. CRISTINA MEDINA.
Me presento, mi nombre es Cristina Medina Ortiz y las
experiencias que he vivido a lo largo de mi vida personal me han llevado a ser
quien soy hoy en mi ámbito laboral: una apasionada de la educación y del
desarrollo de cada persona. Entre mis multifunciones soy madre de 3 hijas y mi
vocación nació con el nacimiento de mi segunda hija y tocaya, con síndrome de Down, a la que agradezco mi cambio
de objetivo y de mirada.
Actualmente soy directora del centro neuroeducativo APRENdbER,
donde trabajo de forma individual o grupal optimizando las capacidades de cada
alumno. Aunque si he de ser sincera, siempre he disfrutado del trabajo dentro
del aula, la inclusión es mi forma de entender el proceso de enseñanza
aprendizaje, convivir dentro de una misma aula tanto para el enriquecimiento
del equipo docente como para el del alumnado.
En este relato voy a compartir mi experiencia en algunas de
mis facetas: audición y lenguaje y PT.
Tuve la gran suerte de poder ejercer de AL en un centro concertado inclusivo de Madrid Norte, en 1º de la ESO, en 2018. Como cualquier AL tenía que sacar a grupos de adolescentes para ser atendidos a nivel individual. El área donde mi alumnado tenían mayor dificultad era en matemáticas, sobre todo en la comprensión de problemas y estrategias para su resolución, por lo que con mis 7 adolescentes generé un plan de actuación de 3 días a la semana que comenzaba en 5 minutos de retos.
Esos retos eran actividades preparadas para
cada uno de ellos, con sus puntos fuertes. Luego realizábamos un entrenamiento
de funciones ejecutivas durante 15 minutos para potenciar sus puntos débiles. El
resto de la sesión estaba dedicada a dotar de estrategias para la resolución de
problemas. En mes y medio ya comenzó a dar resultados.
En 2019, antes de que comenzase la pandemia y todas las consecuencias que nos ha generado en nuestro día a día, llevé a cabo dos talleres en las dos líneas educativas de 5º de primaria, dentro del área de lengua castellana en un colegio concertado de Madrid capital, dedicado a las dificultades de aprendizaje y donde la ratio era de 18 a 24 chicos por aula.
La
coordinación con la profesora de lengua como os podéis imaginar era primordial
para estar en sintonía con los contenidos a tratar. Además, allí trabajamos
generando nuestro propio material, sin libros (hago un pequeño inciso porque no
sabéis la gozada que es trabajar sin libro y dejar que tu imaginación más el
interés de nuestro alumnado potencia sus mentes) por lo que la adaptación de
cada uno de nuestros chicos con dificultades, resultaba más fácil.
Uno de los talleres era de habilidades metalingüísticas: retos, actividades de conciencia fonológica, conciencia silábica y léxica. Se impartía una sesión por semana a lo largo de todo el curso.
Los tres AL que trabajábamos en primaria seguíamos la misma estructura. El entrenamiento de estas habilidades optimizaba las dificultades de aprendizaje que presentaba el alumnado, ya que la gran mayoría estaban diagnosticados de trastorno del aprendizaje. Los trabajos les venía bien a todos los chicos sobre todo a aquellos que estaban diagnosticados de TDA-H, TANV, TDL, TDI…, beneficiando así a todo el alumnado. Dentro de esas actividades se entraba la ortografía ideo-visual, la construcción de significados, la comprensión, percepción, atención, memoria y todas aquellas habilidades y funciones cognitivas necesarias para que sea posible la adquisición de las habilidades metalingüísticas.
Sí, es verdad, mi versión iba muy enfocada al trabajo de identificación de inferencias lógicas, creación y estimulación del potencial que llevaban dentro.
El otro taller se llamaba expresión escrita creativa. Llevado a cabo en dos sesiones semanales durante el curso. Como ya os he comentado anteriormente, aparte de valorar sus capacidades también me dedico a potenciarlas, por lo que indagaba entre sus gustos y los adaptaba para la creación de las actividades de dicho taller.
Algunos modelos que cree fueron:
- La utilización de imágenes de paisajes del juego Fortnite, para motivar la adquisición de la descripción de paisajes, junto a una plastificación de una Cámara fotográfica con las instrucciones a seguir para su realización y la rúbrica de corrección, para su posterior feedback. Todo a mano en las mesas de cooperativo.
- Cuando comenzó la pandemia, para el trabajo de textos narrativos, usamos la investigación del virus o para la entrevista, entrevistando al virus en un noticiario y dejando que su imaginación volase.
En el curso de 6º de primaria puede trabajar en el área de matemáticas como PT dentro del aula, pero para la resolución de problemas durante dos meses cambiaba del modo PT por el modo AL, necesitando el trabajo de comprensión para la resolución de problemas y de estrategias para su resolución. ¿Por qué no hacerlo? El alumno con Síndrome Alcohólico Fetal de necesidades educativas especiales, aprendió la resolución básica de problemas cotidianos, pero ahora no estaba saliendo, se quedaba dentro del aula con el resto de sus compañeros, aprendiendo lo mismo, pero adaptando a sus necesidades.
También pude trabajar la integración perceptiva para la adquisición numérica
con aquel alumnado con discalculia, por ejemplo: la adquisición de números romanos
con la propiocepción, en equipo formando números aleatorios.
Al final de todo esto, lo que uno acaba aprendiendo es
que cuando se dedica tiempo a los demás siempre hay mejoría pero encontramos
optimización real cuando se escucha al alumnado y nos ponemos en modo de creación.
Con motivación se despierta la emoción y es cuando se genera el aprendizaje. Nosotros
tenemos el poder más increíble que hay, somos aquellas personas capaces de
hacer que el futuro de la ciudadanía brille con luz propia.
Cristina Median Ortiz
Directora del Centro Neuroeducativo APRENdbER
Neuroeducadora
Especialista en TEA y TDAH
Profesional de atención temprana
Pedagoga terapéutica
Maestra de audición y lenguaje
Maestra de Educación especial y primaria
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