Hacía tiempo que al profesorado tutor de 3º ESO le rondaba la idea de organizar una jornada de convivencia a principios de curso, en la que el juego, la interrelación del alumnado y la cohesión de grupo estuvieran en el centro de nuestra acción educativa. La selección de ese día y de esa semana guarda relación con el hecho de que hacía un mes del comienzo de las clases y de que esa actividad se enmarca en la evaluación inicial del curso 23-24.
Después de varias reuniones, de diferentes debates y reparto de responsabilidades se fue diseñando lo que sería esa jornada. Debíamos organizar a 150 alumnos y alumnas en grupos mixtos de 7 grupos-clase de 3º ESO.